![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbJdM79x4eNL_NHwNvVMCg2_F5wSLtiIkRnTmntEjFvC_R9xdY_pWn4fOQpUrdBvBxrYAtZja0tqoR6OF-ddjdWzlvUHAwG-cOecDfDZpi-qRZEePPpGiMacsjtfyr_6zXq_Rpwi84QRQ/s400/imagen.jpg)
Un día, en pleno almuerzo el anciano dijo:
Cuando yo muera, quiero que me sepulten con mi teléfono. Los que estaban junto a el se quedaron atónitos por esas palabras y no tuvieron reacción alguna.
Esa misma noche, su esposa le regaño por el comportamiento que tuvo frente a sus hijos y le dijo que no lo volviera a hacer.
Unos meses más tarde, el abuelo mostraba síntomas de debilidad, parecía que estaba a punto de morir.
Al no poder caminar se postraba en su cama por el cansancio.
A la mañana siguiente llega su hija del supermercado, y al abrir la puerta de su padre, observa que no se mueve y que presenta una faz morada, intentó tocarle el cuello y sintió la falta de palpitación. Su padre había muerto.
En el entierro, su esposa y su hija dudaban en ponerle el celular dentro del féretro, pero no podían quedarse con esa conciencia, ademas ese era su ultimo deseo; así que antes de cerrar el féretro colocaron su celular.
Esa misma noche, le suena el teléfono a la viuda, ella aún dormida solo piensa quien molesta a esas horas.
Cuando contesta, es la voz de su marido quien le dice: pronto nos veremos...
0 comentarios: